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Acampando en "La Romera"

Sabaneta, Antioquia / 2016

Una pequeña crónica sobre como fueron mis dos días acampando en esta reserva natural donde un follaje de arboles, flores, insectos, riachuelos hacen de este un viaje para recargar energias y respirar aire puro.

Revision: Ana Cristina Jaramillo.

La visita a “La Romera”, reserva ecológica de Sabaneta, la habíamos planeado para las horas de la mañana, iba con dos amigos, las cosas se complicaron y tuvimos que salir un poco más tarde, a eso de las 4:30 de la tarde. Harold y yo fuimos a buscar algo de comida y unas carpas para la noche; a las 6:00 de la tarde estábamos en Mayorca (Centro Comercial) en Sabaneta esperando a Sebastián quien llegaría en la buseta con rumbo a “La Doctora”, luego de que llegara y nos montáramos a la buseta, recorrimos Sabaneta y le pedimos al conductor que nos dejara junto a la sede del tránsito, ahí nos bajamos y esperamos la buseta que pasa por “Las Lomitas” la cual para junto al Bar “Las Brisas”, al llegar tomamos el camino de la derecha, de ahí hasta la reserva hay una caminata de unas dos horas a paso ligero o tres y media haciendo varias paradas para descansar. Siempre que los caminos se dividían tomamos el de la derecha, eran casi las 7:30 y ya el camino no tenía red eléctrica, todo estaba oscuro lo único que iluminaba era una linterna de baterías que llevamos y un cielo lleno de estrellas, aire limpio, algo de Reggae e intermitentes luciérnagas.

Eran casi las ocho de la noche cuando llegamos al camino empedrado que lleva a “La Romera”, hicimos algunas estaciones para tomar agua y comer bocadillos, pasados casi treinta minutos llegamos a la entrada de una casa campesina con dibujos de animales, rodeada de huertas y quioscos donde acampar y una vista al sur de la ciudad.

Buscamos un buen lugar no muy lejos de la casa y empezamos a armar las carpas, partimos algo de leña y prendimos una fogata para calentarnos, luego de organizar las camas dentro de las carpas, hicimos sándwiches de jamón y queso para cenar. Así paso la noche y me fui a dormir, tuve una noche muy fría porque olvidé mi buso.

Me levantaron los mosquitos dentro de mi carpa, los saque y me acosté otra vez pero no pude dormir mucho, el sol de la mañana empezó a calentar mucho adentro y salí a tomar aire, todos se levantaron, desarmamos las carpas rápido pero aun así nos picaron mucho los mosquitos, subimos a la casa central desayunamos, reabastecimos agua, nos aseamos y empezamos a bajar a la ciudad otra vez, casi una hora nos demoramos bajando, viendo todo lo que no pudimos por la falta del luz el día anterior.

Llegamos a “Las Brisas”, descargamos las mochilas y las carpas, hicimos unos burritos con atún mientras esperamos un taxi para volver a casa.


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